Frente a los graves problemas que afronta el pàís, nuestro obligación es aportar soluciones eficaces y eficientes, para ello debemos de impulsar la creación de un conjunto de programas y proyectos de desarrollo que aporten a la mejora de la situación y las condiciones de vida de las familias en pobreza y pobreza extrema.
En estas intervenciones debemos de buscar el trabajo coordinado con socios y aliados, de los cuales apliquemos sus enseñanzas y lecciones que nos permitan mejorar los enfoques institucionales y la calidad de las acciones de promoción, las que a su vez deben de ser enriquecidas por el conjunto de instituciones públicas y privadas con las que se comparte la lucha por la superación de la pobreza.
En ese contexto estos programas y proyectos deben de orientarse a mejorar la calidad de vida de las familias, teniendo como principal indicador la reducción de la desnutrición crónica en niño menores de cinco años, buscando además:
- El aumento sostenido de los ingresos económicos de las familias.
- La mejora nutricional y de salud de las familias con niños menores a cinco años.
- El fortalecimiento de la gestión local y la sociedad civil, en un contexto de gobernabilidad democrática.
Para lograr estos objetivos debemos de construir redes y alianzas en los niveles de gobierno local y regional, convocando la participación de la empresa privada y sociedad civil, fundamentalmente de las organizaciones comunales de base y por otro lado en la implementación de estrategias educativo-comunicacionales en Seguridad alimentaria, a través de las cuales se viene impulsando la Estrategia Nacional de Seguridad Alimentaria en los niveles locales y regionales.
Nuestra intervención debe de cobrar importancia en el marco de la evolución de dos procesos claves para el desarrollo nacional:
- El proceso de descentralización política del Estado.
- Los procesos de apertura comercial.
Pongo a su criterio esta reflexión,
Eco. José Luis Castro Ullilén
En estas intervenciones debemos de buscar el trabajo coordinado con socios y aliados, de los cuales apliquemos sus enseñanzas y lecciones que nos permitan mejorar los enfoques institucionales y la calidad de las acciones de promoción, las que a su vez deben de ser enriquecidas por el conjunto de instituciones públicas y privadas con las que se comparte la lucha por la superación de la pobreza.
En ese contexto estos programas y proyectos deben de orientarse a mejorar la calidad de vida de las familias, teniendo como principal indicador la reducción de la desnutrición crónica en niño menores de cinco años, buscando además:
- El aumento sostenido de los ingresos económicos de las familias.
- La mejora nutricional y de salud de las familias con niños menores a cinco años.
- El fortalecimiento de la gestión local y la sociedad civil, en un contexto de gobernabilidad democrática.
Para lograr estos objetivos debemos de construir redes y alianzas en los niveles de gobierno local y regional, convocando la participación de la empresa privada y sociedad civil, fundamentalmente de las organizaciones comunales de base y por otro lado en la implementación de estrategias educativo-comunicacionales en Seguridad alimentaria, a través de las cuales se viene impulsando la Estrategia Nacional de Seguridad Alimentaria en los niveles locales y regionales.
Nuestra intervención debe de cobrar importancia en el marco de la evolución de dos procesos claves para el desarrollo nacional:
- El proceso de descentralización política del Estado.
- Los procesos de apertura comercial.
Pongo a su criterio esta reflexión,
Eco. José Luis Castro Ullilén
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